30 octubre 2006

mando o líder

Me pregunto por qué seguimos utilizando el término 'mandos' cuando nos referimos a los jefes en una época en que ya no se 'manda' sino que se lideran equipos.

5 comentarios:

Casimiro López dijo...

Como dirían en CQC "Hey...¿qué buena pregunta Manel?".
Sin embargo tienes que aceptar que aún quedan residuos de antiguas situaciones en las que el jefe era el que manda, y eso se impregna en el sillón del ascendido jefe: "Yo mando". Lo de líder parece que lo dejan para los asuntos deportivos (fútbol preferencialmente).
Un saludo Mónica desde La comunicación institucional

Monica Conde dijo...

Creo que no se atreven a "llamarse líderes", por algo será XD.

Anónimo dijo...

En el fondo, subyace una gran hipocresia. Mónica coincido plenamente en esa observación, pero que facil es ver los defectos en la mochila de quien tenemos delante, y cuanto nos cuesta verlos en la nuestra. Este cambio, va más allá de un simple cambio de método, todo lo que afecta a los hábítos humanos tiene componentes conductistas mucho más profundos de los que podemos y queremos entender.

Inseguridades, falta de autoestima o simplemente falta de aptitud democrática en el gobierno de la organización. Creo que fue Platón, quien observo que para que la democracia funcionará, cuando todos tengan un nivel cultural básico.

Pero cuando salimos de la teoría y nos enfrentamos a la realidad, ¿Quien controla en mando de la Tele para ver CQC? Y que pasaría si hay otra persona viendo otra cosa, la respetaríamos y dejaríamos de ver eso??

somos o no en el fondo algo tramposos, y si nosotros no cambiamos será imposible esperar que otros cambien.

Felicidades por tu blog.

Anónimo dijo...

Hola, Monica: no contestas a tus comentadores?

Mónica de Castro dijo...

Gracias por tu comentario, usuario anónimo. Cruella tiene razón, pero no es que no quiera contaestar sino que me tomo mi tiempo. En fín, ya véis que mi blog no es de los más dinámicos, jejejeje.

Coincido contigo en que debajo del nombre tenemos un cambio de conducta, mucho más profundo que el simple cambio de denominación. De todas formas, si algunas organizaciones-que las hay- ya se están planteando importantes cambios en sus modelos de dirección, ponerse en cuestión algunas denominaciones supondría un elemento de refuerzo importante. Pura comunicación.

Si ya estamos demostrando con hechos que lideramos equipos, que estamos ahí para hacer crecer a las personas que a su vez harán una organización más competitiva, ¿qué mejor que ser coherentes en nuestra forma de explicarlo? Las denominaciones 'mandos', 'subordinados', así como el tono utilizado en mensajes corporativos nos aleja de los modelos de gestión de personas que se reconocen hoy en día como más efectivos.

Por mi parte y en entornos corporativos donde ya se están llevando a cabo las nuevas prácticas, abogo por el uso de las palabras 'responsables', 'colaboradores' y un tratamiento que acerque más a directivos y al resto de personas que forman parte de la organización.